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Author : Editorial Kamerad
Title : Ivan Jurčević les enseña a los alemanes cómo defender a sus mujeres
Year : 2016

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“Hace cuatro meses los alemanes les daban la bienvenida a los refugiados con los brazos abiertos y osos de peluche, pero resulta que estos refugiados perdieron su reputación y no tienen ningún respeto ni por Alemania ni por las mujeres alemanas. Estos refugiados le tiraban fuegos artificiales a la catedral, estaban borrachos y atacaban a las mujeres, fue una vergüenza total.” (Ivan Jurčević, trabajador croata, sobre la Nochevieja colonesa) Si hay un delito aberrante en el mundo delictivo ese es seguramente la violación a una mujer, violentar su integridad física a la fuerza, reducirla, humillarla, quebrarla emocionalmente, eso sí que es imperdonable, por lo menos para nosotros, las personas de raza blanca, porque para los negros y los musulmanes parece que es algo de lo más normal, algo que lamentablemente se está viendo cada vez con más frecuencia en todos los países europeos que en estos meses les abrieron sus puertas y les tendieron la alfombra roja a las imparables olas de inmigración islámica. Alemania no escapa al caso, y menos siendo la que llevó la batuta respecto a este tema de los musulmanes. Tampoco pudo escapar de las no muy sanas costumbres de sus nuevos invitados, especialmente de las violaciones. Uno de los casos más notorios ocurrió en esta última Nochevieja en las inmediaciones de la Catedral de Colonia y en la estación de la ciudad, donde lo que tendría que haber sido un festejo más se volvió una verdadera pesadilla cuando unos 1.000 hombres jóvenes de aspecto árabe y norafricano, o sea musulmanes ilegales, para que se entienda, amenazaron, robaron, tocaron y hasta incluso violaron a cuanta alemana se les cruzara por su camino. También hubo casos similares en Hamburgo, Berlín, Dusseldorf y Stuttgart, por si fuera poco. Pero Colonia se llevó la peor parte, y no por casualidad, no, nada de eso, claramente fue un ataque coordinado y el gobierno y la policía alemana les liberaron la zona a estos animales para que hagan de las suyas y dejen un claro mensaje anti-occidental: primero, porque lo hicieron en una de las fechas más especiales del cristianismo, y, segundo, porque lo hicieron cerca de una de las catedrales europeas más importantes, y también un símbolo importante del cristianismo. Por supuesto la noticia de los ataques recién se conoció unos días después, o sea que hubo un malintencionado black out informativo por parte de los mass media, como ya nos tienen acostumbrados. Pero fue algo tan grande que se les escapó de las manos y parece que tuvieron que publicarlo, pero con ciertas reservas, se entiende. Después de las violaciones masivas la policía alemana recibió instrucciones del gobierno de Angela Merkel de no dar a conocer los delitos cometidos por sus tan amados refugiados. Thomas de Maizière, el ministro del Interior, por su parte pidió “evitar la sospecha generalizada sobre los refugiados”, y eso sí, no dijo nada sobre que la mayoría de las denuncias apuntaban a los musulmanes ni sobre la lentitud de la policía alemana para tratar de identificarlos. Pero la que se llevó el premio a la estupidez fue Henriette Reker, la alcaldesa de Colonia, que les aconsejó a las alemanas “que no tienen que irse con uno u otro a lo loco.” Para que quede claro: trató a las alemanas de putas y exculpó a los musulmanes. Muchos de los alemanes no se quedaron de brazos cruzados, es cierto, y salieron a la calle a protestar contra Merkel y su gobierno títere del sionismo internacional, pero en eso sí la policía alemana no fue ni lerda ni perezosa y terminó arrestando a más de 250 manifestantes. ...